Diputado
Laso, con facundia, el masetero,
con mendacidad incauta,
O inefable obsecración;
corrió el malandrín, al venero,
queriendo granjear vis,
cuando rátigo, golpeó cerviz.
Tras patatús, quedo el parlero,
mezclando, carbunclo y saliva,
crepitando, pullas y entresijo,
soñero, con su
morriña,
depuso su elación,
buscando, mendrugo y yacija.
Conato acadente,
abjurando cortijo,
patrocinio ignaro;
prestero tomo trebejo,
entre gramas y pinochas,
debelando a presentes.
Despavorido, el provecto,
rumiando soliloquio,
ocultando estulticia,
olvidando pábulo,
con postrera zalema, gambeta yerta,
ingresó entre jambas, garrido.
RubiMosch 9/11/2003
No hay comentarios:
Publicar un comentario