Hoja

HOJA

Alejándome, de ti, por blanca y pura;

Angustia, de querer decir, y no poder;

Tan fría, políticamente callada;

Inmóvil, tan pálida, te vi desnuda;

Aterrado, sin motivo, te acaricié. . .

La elocuente, genialidad, supuse;

De gigantes, históricos escritores;

Tan solo, registré, grandes sinsabores;

Y sobre ellos, explayarme propuse;

Mas, tilde, símbolo, guión o gráfico;

Blanca, pura; sobre ti, ninguno puse. . .

RubiMösch 10/3/08

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lunes, 6 de junio de 2022

 

 

MISCELANEAS

Instante

 De su prisión de vidrio,

el alcornoque saltó,

fluyó alegría.

Y la besé en la boca,

buscando alivio

con su jaula en la mano

mi melancolía, su sangre calmó.

Al verme en sus ojos,

 se hinchó mi pecho

y fue todo emoción…

El corcho regresaba del techo!

 

 

  Mi Padre:

 Inyección diaria y necesaria de optimismo. Mí mejor amigo

 

 

                                                                           Ansiedad:

 No quiero a ningún lado llegar,

más en todos lados quiero estar,

sensación tan desagradable

como esta, no hay igual!

 

 

Rutina:

 Su mano más pesada,

sobre mi hombro apoyó.

Quédate tranquilo – dijo –

Para cuidarte estoy yo..!

 

 

Melancolía:

 Que oscura está la noche,

parece que va a llover.

Así está mi cuore,

cuando no te puedo ver.

martes, 10 de abril de 2012


Amantes                                                                  RubiMosch 2012

El frio era intenso. La claridad del cielo abrumadora. Las nubes veloces y muy cristalinas.
El espíritu del aire las empujo desarmándolas y cambiándoles las formas, jugueteando
infantilmente. Recorrió la zona subiendo y bajando abruptamente, remolineando por aquí y por
allá. Era libre feliz y amaba a todo el mundo. Los acariciaba, les daba vida y los hacía vibrar. Su
 energía era vital.
Descendió en el valle, donde el lago era más verdoso que los arboles, las gacelas saltaban alto
 chocando entre sí, jugando con el aire liviano y frío.
Los leones se estiraban al sol retozando junto a sus crías. Los pájaros mojaban sus picos y se
 elevaban dejando caer una llovizna que por sí misma formaba un excelente arco iris.
El festivo espíritu jugueteo un poco con cada uno de ellos y remolineo en  tierra firme levantando
 un poco de polvo. Sintió una sensación perfecta maravillosa, demasiado agradable, llena de
seguridad; se demoró un poco más, la tierra le devolvió su amor con olores agradables y texturas
desconocidas; se mezclaron, se entrecruzaron y parecían uno solo, jugaron hasta el cansancio.
Acordaron seguir juntos, realizando distintas formas y sombras sobre el agua y los añosos arboles.
Asustaron a varios animalitos, se entretuvieron cerca de las nubes, cayeron raudos  y volvieron a
elevarse perdiéndose en el éter, así hasta que el sol comenzó a ocultarse.
Jugaron con agua y formaron pegajoso lodo; el aire secó al barro, volviéndose su amada tierra y
agua; y juntaron hojas desparramándolas luego tantas veces como se les antojó agotando la sabia
paciencia de los sauces del lugar.
Recorrieron juntos todo el valle, se estrujaron y se conocieron hasta extenuarse.
Prometieron no separarse nunca más.
Dicen los lugareños que en ese valle se ven muchos remolinos de aire y polvo jugando por doquier,