Hoja

HOJA

Alejándome, de ti, por blanca y pura;

Angustia, de querer decir, y no poder;

Tan fría, políticamente callada;

Inmóvil, tan pálida, te vi desnuda;

Aterrado, sin motivo, te acaricié. . .

La elocuente, genialidad, supuse;

De gigantes, históricos escritores;

Tan solo, registré, grandes sinsabores;

Y sobre ellos, explayarme propuse;

Mas, tilde, símbolo, guión o gráfico;

Blanca, pura; sobre ti, ninguno puse. . .

RubiMösch 10/3/08

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lunes, 6 de junio de 2022

 

Mami                                                                      18/10/98

 

Mientras

Un trozo de mi alma,

Descansa en su moisés,

No puedo hacer bochinche,

Recuerdo mis berrinches,

Asociando los roces,

Que tuve con mama.

Más que orgullo sano

En días de limpieza,

Contaba con mi hermano,

Juventud gloriosa,

Medallas de “la Zurda Tano”.

Esa misma zurda,

Que dolía en el cachete,

Me enseño a tirar al aro,

Cuando era pebete,

Y atrapaba fuerte

Cuando hicimos camino

Y el país recorrimos.

Hoy manejo mi destino,

Y el de algunos más,

Aunque no bebo de un cáliz,

Barriéndome las piedras,

Siempre está  “La Gladys”

                                                                                 Rubi Mosch

miércoles, 18 de abril de 2012

Muerte de indios


En los centros poblados, se ha verificado que los indios mueren en forma directamente proporcional al desarrollo de los niños.
                              Muerte de indios
Venidos de países muy distantes
montados en caballos calesiteros
se aposentaron, sonrientes, galantes,
bajo dos árboles copa de sombrero.
Emparentados con hadas de alegría
sus fiestas eran casi permanentes,
coronaciones de reinas, algarabía,
y los juegos que inventaban con las gentes
compañeros de los niños, entusiasmaba
verlos, y un día una niña re flaca
le preguntó curiosa, como se llamaba
el cacique, y este respondió: Somos AKA-UKAKA.

El ruido de los autos, la indiferencia
espantaron sus caballos de ilusión y de inocencia,
y se fueron muriendo sin una canción y sin descendencia.
Los viejos árboles copa de sombrero
ya no sonríen con aquella bullanguera presencia.

L.D.Moschettoni       La Plata      15/07/1997